• Artesas: version criolla de los hippies, radicados en las ferias artesanales.
• Punks: una tribu muy longeva, por acompañar su estética por un discurso político claro.
• Skins heads: hay de todas las vertientes políticas, aunque los más conocidos son los más violentos.
• Rastas: seguidores de su alteza imperial Haile Selassie.
• Pelolais: En rigor no son una tribu, o no deberían serlo, ya aclararemos esto.
• Veganos: un poco más vegetarianos que los vegetarianos.
• Metaleros: escuchan guitarras distorsionadas y mueven la cabeza frenéticamente.
• Reggaetoneros: practican el perreo y no necesitan mayor presentación.
• Emos: reclaman la supremacía de las emociones y son devotos del grupo Kudai.
• Pokemones: con cortes de pelo estrambóticos, tanto que dan la impresión de usar una cortadora de pasto como almohada. Parecidos a los emos y bailadores de reggaeton.
• Otakus: fanáticos de la animación japonesa, a veces se disfrazan de monos animados.
• Góticos: escuchan Bauhaus, visten de oscuro, algunos se disfrazan de vampiros y hasta alardean de beber sangre los fines de semana.
• Hip hoperos: visten ropas anchas y ponen cara de malos. Y por supuesto, bailan hip hop.
¿Que cresta son los visual?
Visual-kei: lo afeminado está de modaCaras de niño, ojos delineados, ropas negras, lentes de contacto de colores. Se maquillan las caras de un blanco que rechaza sus genes latinoamericanos y emula las máscaras del teatro Kabuki japonés, la principal inspiración para esta estética nipona glamorosa. Lo importante es lo visual, quieren ser únicos y originales sin destacar ni pertenecer a la masa. De este estilo nacen todas las demás tendencias japonesas. Pueden parecer muñecas de porcelana en negro, llenos de encajes y cintas. Esa es la estética Elegant Gotic Aristocrat o Elegant Gotic Lolita: muchachos vestidos de mujeres aunque no son ni féminas ni homosexuales, como en el Kabuki, en que los hombres se disfrazaban de mujeres para interpretar roles y luego se prestaban para tener sexo con féminas y hombres. Pero los músicos japoneses no son gays, o al menos no se sabe. "Son tan inalcanzables que tú no sabes su vida privada", dice Isamu. Sin embargo, entre estas bandas se ha establecido el "fan service" (servicio para fanáticos), que consiste en darse un topón en el escenario para alimentar la sensación de ambigüedad sexual y todos los fans gritan emocionados. En este estilo, vestirse de mujer no es sinónimo de ser gay, y eso hay que dejarlo bien claro. "En Japón son tan machistas que para las mujeres es bacán un hombre que se vista como ellas. Por eso son populares, y en todos los grupos de música hay alguien ambiguo, que es como la mujer", explica Isamu, el vendedor. Acá, la tendencia se copia al pie de la foto. "Allá en Japón no está eso de que porque yo me visto de mujer voy a ser gay, pero acá en Chile la gente te ve con los ojos pintados y te dicen: Ah, es gay . Y eso no tiene nada que ver", dice Felipe, un visual que en sus fotologs aparece con vestido, encajes y peinado femenino.
Oshare-kei: happy togetherEllos son felices. Sus melodías siguen la misma tendencia del J-rock, con los gritos y solos de guitarra del Visual-kei, pero menos oscura y con tendencias punk. "Nuestra música es más happy, no tan pesada como las otras", dice Jorge, un secundario oshare lleno de chapitas y cara de niñito. Las letras hablan del amor y las relaciones de pareja, pero siempre de manera alegre y positiva. "Los oshare son felices con los ositos, el amor y todo eso", dice Felipe. Se llenan de chapitas, ositos y caritas felices. Se visten de negro con colores brillantes y llamativos, incorporando ropa de estilo más callejero y algo punk.
Los japonesitos glamSiguiendo por el Eurocentro, una niña de unos 15 años le grita a su amiga con más cara de chilena que el mote con huesillo : "¡Hashimitzu, espérame!". A unos pasos de ahí, un veinteañero, entre risas irónicas, explica la situación: "Dudo mucho que esa niña se llame Hashimitzu, lo que pasa es que estos cabros se ponen nombres japoneses, están rayados". Todo proviene del J-Pop (pop japonés), luego derivó al rock y se diversificó en distintos estilos. A pesar de que el origen es la música, lo más importante es la vestimenta glam, que imita a los integrantes de sus bandas favoritas. "A Chile llegó a través del animé. En las series aparecían canciones que eran del grupo que estaba de moda allá en Japón, igual que acá con las teleseries. Entonces los chilenos empezaron a escuchar esa música, a seguir a los grupos y a vestirse como ellos", explica Carlos (alias "Isamu"), vendedor en un local del Eurocentro. Son los mismos seguidores de los grupos los que crean las tendencias musicales-estéticas provenientes de Japón. "Los músicos no dicen que son Eroguro u Oshare. Esos nombres los ponen los fans, son ellos los que crean la corriente", explica Isamu.
A pesar de las similitudes, todos son distintos. "Esto se trata de la imaginación de cada uno; uno se inventa su maquillaje, su vestimenta, lo que tenemos en común es la música japonesa", dice María Antonieta, una adolescente seguidora del glam japonés.
Eroguro: la estética sangrientaEs el estilo más pesado de todos y nació de la banda Dir en Grey. Se visten como quieren, aunque siempre dentro del estilo Visual. Su caracterización no va tanto por la ropa como por la música, que pone el énfasis en lo erótico y lo grotesco, incorporando el gore. "Las letras son fuertes, violentas y sádicas", explica Isamu, mientras muestra el video de un concierto de la banda en el que el vocalista, Kyo, se rompe la boca por dentro con las uñas hasta que empieza a sangrar, se golpea las mejillas y se rasga su pecho hasta que queda completamente herido. "Esto sólo lo hace Kyo, y lo hace en todos los conciertos", concluye el experto.
ESO ES !!!